Nuevamente nuestro país se encuentra encerrado en un modelo económico basado en la escasa demanda de mano de obra, el escaso valor agregado de nuestros productos, a lo que se suma la tragedia del monocultivo de soja transgénica, resistente al glifosato, cuyas semillas son comercializadas por la multinacional norteamericana Monsanto, la cual monopoliza el comercio de semillas y de insumos para el cultivo en nuestro país.
China es el principal cliente de la soja transgénica, la cual ocupa el 56% de las tierras fértiles de la Argentina y desplaza año a año a los demás cultivos y a la ganadería, contaminando el suelo, motivando deforestaciones, usurpación de tierras ancestrales de los pueblos originarios, precarización e inestabilidad laboral de los trabajadores rurales, aumento de la desocupación y de la migración interna hacia las ciudades, entre otras cosas.
Para escuchar el programa del Martes 12 de abril:
http://www.lacolectiva.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=1221
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